domingo, 3 de abril de 2011

Efímero

Hasta finales de mayo se puede visitar en Madrid la exposición “Efímeras. Alternativas habitables” (http://www.efimeras.com/). Su interés no consiste únicamente en conocer la utilización de nuevos materiales para la construcción de viviendas provisionales, ni su innovador diseño arquitectónico. En una cultura basada en la posesión de cosas perdurables como símbolo inequívoco de la riqueza personal y social, el hecho de que se ofrezca la posibilidad de vivir en construcciones livianas de durabilidad limitada, provoca un zarandeo a la manera de entender nuestro lugar en el mundo. Sobre todo, en un país en el que la propiedad de la vivienda constituye, o así era hasta ahora, el logro más deseado por las familias. Lástima que el señuelo de incrementar el valor del patrimonio en la idea de que el ladrillo nunca perdería valor, se haya hecho añicos ante la tozudez de los hechos. Por no hablar de los cientos de miles de familias que tienen que seguir pagando un piso que ahora pertenece al banco que les prestó el dinero para su adquisición.

La necesidad humana de vivir con seguridades y certezas, no deja de ser una especie de conjuro para protegerse de la incertidumbre con la que está aliñada la vida. Algo que, en los tiempos que corren, no deja de ser una auténtica quimera. No hay que esperar hasta la muerte para que decenas de miles de parejas se separen cada año. El puesto de trabajo, en el que nos íbamos a dejar media vida hasta que llegara la merecida jubilación, se ha convertido en un lugar de paso. El ideal de un Estado que nos arroparía desde la cuna hasta la tumba, se desvanece día a día. La solidez de unas relaciones personales que nos dotaban de nuestra dimensión social, está dando paso a una liquidez baumaniana, donde la virtualidad cobra carta de naturaleza.

El Presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, ha declarado días atrás que es necesario plantear que los ciudadanos también tengan que asumir parte de los costes de la sanidad y la educación públicas. Una auténtica bofetada para una sociedad cada vez más empobrecida y que, por eso precisamente, espera recibir del Estado la protección que tanto costó conseguir a los trabajadores durante el siglo pasado. Su propuesta, nada novedosa por cierto, ha provocado tanto revuelo como el de los gallos que peleaban a muerte en las apuestas ilegales, desmanteladas hoy por la Guardia Civil, en las que algunos murcianos se llegaban a jugar miles de euros. Alguien debería decirle a Valcárcel que hace mucho tiempo ya que los ciudadanos venimos asumiendo el coste de los servicios públicos. Porque en caso contrario, el presidente Valcárcel tendría que explicar en qué se ha estado gastando el dinero de los impuestos. Digo yo, que no habrá sido en apuestas de gallos de pelea.

El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que no se presentará a las elecciones generales del próximo año. Para entonces, quedarán atrás ocho años de intensa dedicación, de aciertos y errores, de alegrías y sinsabores, de apoyos incondicionales y críticas feroces. Gobernar no debe resultar sencillo y ser Presidente del Gobierno requiere tener cualidades excepcionales. Aunque más allá de los sólidos conocimientos en infinidad de materias, de las convicciones, de las habilidades necesarias para persuadir, convencer y negociar, de la entereza personal para resistir los fracasos y de la humildad necesaria para encajar los éxitos, lo que un buen gobernante debe tener es, en cierto modo, el convencimiento de que es prescindible. Algo que nunca logré vislumbrar en Aznar. Seguramente, José Luis Rodríguez Zapatero se sabe a sí mismo, efímero. Son los tiempos que corren.

1 comentario:

  1. En la incertidumbre encontraremos la libertad para crear cualquier cosa que deseemos.

    Deepak Chopra

    "Cuando mi madre me estaba pariendo, ¡menuda incertidumbre sentía! cuando me vió la carita dijo: ¡qué fea es, tiene los ojos de chinita, y el pelo negro...¡que cantidad de pelo![mi hermana mayor nació rubia con los ojazos azules], desde entonces soy purita incertidumbre, como la vida misma.
    Gracias Chopra, por una vez dices algo original, y hasta con una pincelada utópica, ¿no te pasas un poco?

    Prefiero esta otra frase de Mario Benedetti:

    "Cada suicida sabe dónde le aprieta la incertidumbre".

    O esta de Vargas LLosa:

    "La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar".

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